AMARI

Yo quería cambiar la sociedad, cambiar el mundo, y luché por ello. Pero me di cuenta de que si no cambiábamos nosotros internamente no hacíamos sino reproducir un mal sistema solo que de signo distinto.

 

Por eso me decidí por el Yoga, porque funciona. Porque ayuda a transformarnos. A transformar nuestras actitudes, nuestros hábitos. Nuestros pensamientos pueden ser definitivamente diferentes con la ayuda que nos dan las herramientas del Yoga.

Cambiar el pensamiento…según lees la vida así te va…

Cambiar nuestra forma de relacionarnos…tratar a los demás como te gustaría que te tratasen a ti…

 

Cambiar hábitos nocivos por hábitos saludables…

Cambiar nuestra forma de alimentarnos…tomar productos que nutran, no que envenenen…

Cambiar formas de sanar, medicina preventiva, práctica personal (sadhana)…

Amari es un proyecto que pretende acercar los múltiples beneficios del Yoga a la gente sencilla. A la gente que calza alpargatas y, aunque tenga unos kilitos de más, tiene un corazón que no le cabe en el pecho.

 

Amari se ocupa del “darse cuenta” de que somos dueños de nuestra vida y de que podemos orientarla en función de nuestros anhelos. Y se facilitan las herramientas para lograrlo.

Amari es un Yoga local y global. Entiendo que el Yoga es universal y que en cada cultura, en cada pueblo, adopta sus formas, sus expresiones. Aquí tenemos nuestra propia simbología, nuestros propios valores que, en el fondo, son similares a los de otros pueblos, con su propio color.

 

He observado que en nuestro pueblo hay elementos de sabiduría y de consciencia preciosos. Voy a intentar recuperarlos, actualizarlos y difundirlos.

Amari es el alma de la tierra, nuestra Shakti particular. Que desde lo local nos conecta con el resto de culturas y con todo lo que existe.

 

Nuestra mitología se caracteriza por el “naturalismo mágico”, así como por su comunitarismo en torno a Maddi, personificación de la Tierra Madre. 

Amari también tiene sus “sutras”, sus yamas y niyamas, su código ético. Herramienta de convivencia donde Mari condena la mentira y el robo. El orgullo y la jactancia; el incumplimiento de la palabra dada. El faltar al respeto debido a otras personas y a la ayuda mutua. Precioso.

 

He comprobado que Aquí también había conocimiento. Que había (y hay) personas con una relación consciente con las fuerzas de la vida y con lo  trascendente.

Me encanta la definición del Yoga que hace el Maestro de Rose: …”cualquier metodología estrictamente práctica que conduzca al Samadhi”…

Esto abre infinitas posibilidades de trabajo tanto en la sala como en la naturaleza como en el día a día. Y a mí, creatividad no me falta.

 

 

 

Porqué Ahora

 

Porque vivimos unos tiempos irrepetibles. De grandes cambios. Lo conocido está a punto de desaparecer para hacer sitio a lo nuevo. Estamos en la antesala de un cambio de paradigma total.

 

Y una de las claves para comprenderlo y para situarse adecuadamente ante lo que viene reside en lo espiritual, en lo trascendente. Ahí están las claves para recordar cuál es el propósito de la vida. Claves de conocimiento ancestral que el avance de la civilización tecnológica, materialista, ha ido borrando.

 

 

 

Porqué Yoga y, además, Mágico

 

Porque el Yoga nos aporta herramientas que funcionan. A diferentes niveles, en función de lo que necesita cada persona. Y porque, precisamente, esas herramientas, nos están ayudando a recordar cómo se conectaba Aquí con la Fuente de la Vida.

 

Vamos a intentar acercar el conocimiento que hemos obtenido en nuestro viaje de búsqueda por diferentes vías de crecimiento personal y espiritual a la gente de Aquí. A través de un lenguaje y unas formas más cercanas.

 

Durante mucho tiempo hemos imitado el lenguaje y las formas de los lugares donde hemos estado. Pero ya no queremos imitar a nadie. Ya no queremos repetir lo que otros han dicho. Sólo queremos ser. Vibrar. Conectar con lo sublime para poder vivir más felices y más tranquilos siendo de utilidad para la sociedad de la que formamos parte.

 

Queremos generar espacios de trabajo, de crecimiento. Y también espacios de celebración y encuentro ente personas que se comprenden con la mirada.

 

Calificamos como mágico nuestro yoga porque te ayuda a transformarte de lo que eres a lo que quieres llegar a ser. Y, sencillamente, funciona.

 

Nuestro Yoga está vivo. Juega, baila y canta. Construye cuerpos y mentes disponibles para adaptarse a cualquier situación que la vida te plantee. Podemos pasar de hacer un trabajo físico intenso a la quietud más absoluta. Porque nuestro cuerpo responde a nuestras necesidades. No nos manda, nos obedece y disfruta haciéndolo.

 

Nuestra respiración nos llena de energía. Puede ser intensa, brillante. O profunda y relajada. Nos vamos conociendo a través del trabajo. Nos vamos autodominando. Para que no nos arrastren las vicisitudes de la vida. Y sobre todo, vamos comprendiendo que somos generadores , cocreadores de nuestro destino, y que podemos vivir al ritmo, a la cadencia que marca nuestro corazón.